lunes, 21 de diciembre de 2009

Hacía tiempo que no recordaba
lo que era sufrir por amor,
el hecho de pensar que todavía amaba
quitaba de mi mente la razón.

Me duele el hecho de pensar
que he caído en traición
otra vez, una vez más
por este insensato corazón;

Que aun sabiendo su peligro,
se volvió a enamorar,
y es su merecido castigo
de nuevo la cruel realidad.

No es capaz de ver
que no existe amor,
¡es sólo puro placer!
el que al final causa dolor.

Para que no se sepa de él,
en algún lugar, en un cajón
bajo la llave del saber
encerraré mi corazón.

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